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lunes, 6 de abril de 2015

Perdido

Para perder hay que dejar de poseer. Para perder realmente, la posesión se debe ir. El árbol pierde su hoja otoñal porque ésta al caer dejar de ser parte de él por el resto de la eternidad.  Puede que por esas incógnitas de la vida nos toque la desagradable experiencia de perder personas dueñas de una parte de nosotros. Pero un ser querido, un padre, una madre, un amigo se puede perder? Como puede perderse si sigue perteneciendo a nuestro corazón? Como se puede perder si siguen vivos en nuestros recuerdos? Como se puede perder si esa magnífica persona contribuyó a que hoy seamos como somos? Si sigue formando parte de nosotros, nada ni nadie está perdido.