Despedidas

Hola pipones!
Hoy me desperté desorientado, como recién salido de un lavarropas. Porqué? debido a que había tenido un sueño demasiado extraño. No es importante el contenido de éste, sino la protagonista. Un amor al cuál no volví a ver porque se cambió de ciudad. Es por esto que comencé a recordar el último minuto con ella el cuál quedó grabado eternamente en mi mente.

Seguro a alguno de ustedes le ha pasado tener que despedirse de alguien, pero una despedida por siempre? Siendo esta persona alguien que revitalizaba, inspiraba, renovaba sensaciones, desintoxicaba tristezas, elevaba alegrías, apoyaba decisiones y corregía equivocaciones.

Esta fue su primer regalo.

Recuerdo aquel instante como si fuese ayer. No hacía frío ni calor. No avanzaba el tiempo. No tenía otra preocupación. Mi mente completamente en blanco salvo en su parte central, la cual contenía la figura de ella. La felicidad, aunque no lo crean, opacaba al dolor que gritaba por florecer. Era feliz porque todavía permanecía a su lado. Y llegó aquél beso. Esos besos que piden a gritos un candado sin llave para que no se separen los labios. Ese beso que no quiere dejase ir, nunca acabar. Piden que el tiempo no avance o por lo menos que no tenga energía para llegar al futuro. Ruega por una noche más. Pero lo que ambos saben, es que no es un beso cualquiera. Se siente algo especial, que quizás nunca volverán a tener. Pero que si es necesario volver a sentir lo mismo, el futuro los volverá a juntar, los caminos se cruzarán, y todo volverá a ser igual si la llama no se apaga. Pensar que el reencuentro será mejor, quita la tristeza de ambas mentes, y deberá ayudar a que ninguna cara se moje con lágrimas. Habrá reencuentro? Brindemos porque se pudo crear algo que no los dejará ser, dos amantes del montón. Ya no queda tiempo. Como un video acelerado, de repente, se inunda mi cabeza de recuerdos. Dejo de volar y caigo en la realidad. Finalmente debe escaparse. Y la dejé ir. Nos dejamos ir. Ilusionados. Enamorados.